En la entrada de hoy tenemos una pieza con un encanto muy especial, la cual proviene del mercado doméstico japonés. Se trata del Seiko Cocktail; veámoslo de cerca:
Este reloj inaugura una nueva gama dentro de la marca, los Cocktail; los cuales han tenido un éxito tremendo durante 2016 y han llevado a la ampliación de la gama a finales de 2017 dentro de la colección Presage.
Lo que sorprende de entrada, es su presentación; la cual, tal y como menciono en el vídeo, está más cerca de parecerse a al de una pluma o bolígrafo que a la de un reloj de su categoría. Hay que reconocer su originalidad, pero acostumbrados a otras presentaciones de la marca, al menos en este lado del mundo, te deja un poco frío.
Estamos ante un reloj francamente bonito, con un dial blanco brillante, cuya tonalidad cambia según recibe el sol, índices aplicados a juego con la caja; las agujas horaria y minutera en punta de flecha, y el segundero azul; con su característico rombo trasero, que identifica sin lugar a duda, la gama Cocktail. Todo esto perfectamente integrado en una caja estilizada, con cristal abombado, que hace que el conjunto sea tan elegante y armónico, como elegante a la vista.
Toda esta belleza va acompañada de unas cualidades que no le están lejos. Cuenta con el calibre 6R15 de 23 joyas, el cual posee remonte manual, parada de segundero; caja de acero, cristal hardlex abombado, fondo visto, corona firmada, correa de cuero efecto charol y cierre deployante firmado.
En cuanto a sus medidas, es un reloj de tamaño contenido; 43.2mm con corona, 40mm sin ella, 13mm de grosor y una distancia entre asas de 20mm.
Dentro de los relojes que vestir, estamos ante uno de los más bonitos y de los más exóticos, con detalles a la japonesa, como el cierre hacia el interior de la muñeca; con una relación calidad/ precio muy buena, y que se sale de la tónica habitual de esta clase de relojes. Además, que no te engañe su diseño, clásico y elegante; es una pieza muy generosa, la cual puedes combinar con una correa perlón o de cuero, de otros colores más allá del negro y el marrón, sin que pierda un ápice de su belleza; permitiéndote no desentonar más allá de esas ocasiones de traje y formalidad.
Su punto más flojo, sin lugar a duda es su presentación, a pesar de su originalidad y el uso del papel y cartón (que tanto gustan en las tierras niponas), le hacen parecer un reloj de una gama muchísimo más baja a la que realmente pertenece. Quizás la marca, tenía que haberse trabajado un poco más su packaging, tengamos en cuenta que el precio de la pieza son unos 480€.